El litio natural en el agua potable puede tener el potencial de reducir el riesgo de suicidio y posiblemente ayudar a estabilizar el estado de ánimo, particularmente en poblaciones con tasas de suicidio relativamente altas. Desde la década de 1990, varios estudios ecológicos han probado la hipótesis de que las dosis traza de litio natural en el agua potable pueden tener un efecto protector contra el suicidio en la población general. En el British Journal of Psychiatry se publica una revisión sistemática y metaanálisis de estudios ecológicos que apoyan la hipótesis sobre la asociación protectora (o inversa) entre la ingesta de litio del agua potable pública y la mortalidad por suicidio a nivel de la población. Estos resultados podrían respaldar la hipótesis de que el litio podría emplearse a nivel comunitario para disminuir o combatir el riesgo de suicidio.